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¡Por fín! Creí que no podría volver a escribir hasta febrero!!!
Vaya, que he empezado el año por todo lo alto, sí señor. Con media familia enferma, rodeada de viruses malignos... y claro, al final yo también he caído en sus redes.
Han sido unos días de lo más ameno envolviendo paquetes a la turba ansiosa de deshacerse de la paga extra , de la paga ordinaria y de la paga del mes que viene si te descuidas... Y todo ello amenizado por un dolor de cabeza, unas décimas de fiebre, un lagrimeo incontrolado y unos mocos rebeldes que luchaban por su libertad. Toda una experiencia.
Y a pesar de todo he llegado a una conclusión . Una conclusión que te va a poner los pelos como escarpias: Este año que llega, además de ser bisiesto, tiene pinta de ser puñetero. Te lo digo yo.
Que un cliente te pida que le envuelvas para regalo una goma y un lápiz es una anécdota. Que a lo largo de un día varias personas te pidan que les envuelvas una libreta, un par de bolígrafos Bic (hala, hala, a derrochar!) y una cajita de pinturas (la más barata, solo es para un detalle) por separado, parece ya de cachondeo. Pero cuando dicen que están buscando un regalo bueno, algo especial, y después añaden "sobre unos 15 o 20 euros", eso... eso.... es que la cosa está muy malita.