Sigo aquí, tratando de encadenar cuatro palabras y desesperadita de la vida porque no sé qué le pasa a mi ratón inhalámbrico. Se me apaga cada dos por tres y ya me tiene harta. Vale que soy un poco torpeda para el manejo de aparatos en general y de los informáticos en particular, pero el ratón éste me está vacilando. Las pilas no son, que ya se las he cambiado tres veces y nanai. Así que es posible que esté a punto de pasar a mejor vida (el ratón). Bueno, lo consultaré el lunes con el pobre chico de la tienda , que le tengo que tener frito. Yo creo que me ve entrar por la puerta y se encomienda a todos los dioses del Olimpo.
Seguro que luego no es nada, pero a ver si lo soluciono, o me veo escribiendo el blog a mano!!. Bueno, ahora que lo pienso, y esto ya es una reflexión de las mías, de las de reflejos rápidos, que el ratón no me hace falta para escribir!!!. Ya, pero fastidia mucho cuando ya lo tienes todo escrito y ves que el jodío ratón se ha vuelto a dormir y no puedes picar ese botoncito naranja de abajo que dice "publicar entrada".
Y ahora que caigo, ya soy como Pérez Reverte, que es capaz de rellenar una página hablando de nada, jajaja.
Solo que yo además, estoy mazo buena, ¿o no?
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