14 octubre, 2007
Pánico en el parque
Hay un tema que siempre me ha atraído mucho y es el combinado miedo-diversión. Toda la vida me ha encantado pasar miedo a través de películas y libros. ¿Quién no ha recorrido la distancia que separa el salón del dormitorio corriendo y encendiendo todas las luces a su paso despues de haber estado viendo una peli de miedo?. ¿Quién no se ha tapado completamente la cabeza en la cama creyendo así estar más segur@ de un imaginario ataque de algún inexistente y peligroso ser?. Pues ese tipo de miedo a mí me encanta.
Por otra parte está el miedo unido al riesgo. A mí una montaña rusa me gusta más que a un tonto un lápiz, y cuanto más vértigo y velocidad experimente mejor que mejor. Así que como te puedes imaginar los parques de atracciones me pirran. Además desde muy pequeña veo en ellos algo de terrorífico, tal vez influenciada por el cine aunque casi seguro que por los recuerdos que guardo del parque de atracciones de mi ciudad, hoy en día cerrado y abandonado (me encantaría poder entrar a husmear y ver cómo está el castillo del terror, o la casa de Blancanieves, o el laberinto de los espejos...).
Pues bien, al igual que el Corte Inglés nos anuncia la primavera en febrero, Port Aventura celebra el Jaloguin desde septiembre. Ese dichoso Jaloguin que por lo que parece ha acabado implantándose y se ha convertido en una fiesta tan castiza y cañí como la que más. Se ve que para lo que nos interesa (en este caso la fiesta) somos muy abiertos de mente.
Pero dejando esa cuestión a un lado, aprovechando el puente del Pilar y dado que necesitaba descargar mi estrés de alguna forma, decidí que visitar Port Aventura me vendría muy bien. Además reconozco que el hecho de que entre una atracción y otra te metan un buen susto era para mí todo un aliciente.
Claro que no fuí la única con tan brillante idea (ja ja ja). Logicamente todo el país estaba de puente, y debe de haber millones de personas tan masocas como yo, porque allí nos juntamos ciento y la madre. Sustos me llevé unos cuantos, sobre todo cuando ví las interminables colas para subir a algunas atracciones, por no hablar de cómo se cotiza el botellín de agua. Pa morirse del susto, oiga.
Pero en el fondo lo he pasado genial. Han sido dos días de parque en los que ser lanzada de 0 a 135 km/h en tres segundos, experimentar una caída de 100 metros de altura, o atravesar 8 loopings a 110 km/h me han ayudado a descargar adrenalina por un tubo. He gritado como una loca, me he asustado, me he reído muchísimo y me he quedado como nueva.
¡Ah! y por supuesto no me olvido de esa nochecita de marcha por Salou. No me lo pasaba tan bien desde el verano. ¿Qué más puedo pedir?
Esto es Halloween, esto es Halloween, Halloweeen, Halloween!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
El binomio miedo-placer ya viene siendo estudiado desde hace mucho, Gerard Imbert lo llamó "La tentación de suicidio", pero no recomiendo su libro a no ser que te guste verdaderamente el riesgo.
Es que la niña nos ha salido pelin masoca, que le vamos hacer. Ahora, para masoca yo que esperaba si no llegabas al marianito haceros un chocolate calentito para la merienda antes de iros para casa, pero ya veo que os recogisteis antes de venir a por el bolly cao porque por la tarde ya estabas escribiendo tus lindas reflexiones de 2 días de grito salvaje. Bueno hija me alegro al menos que hayas venido renovada con la adrelina suelta.
No tienes ninguna foto de esas que te hacen en pleno sluppp de la montaña rusa ?? si de esas que sales con los pelos flotando y con la boca más grande que la entrada del metro, asustaita perdía, esas. No ???
Jajajaja, pues sí, sí que he traído una de ésas fotos.
A mi también me encantan las montañas rusas pero porque hay un poco de todo. Sin embargo esos cacharros que te elevan y luego te sueltan de golpe me dan un mal rollo que te cagas.
Lo del agua es indignante...
Ay! si ... y cuando estas viendo una peli de miedo y luego no paras de ori ruidtos, el aire, la madera crujiendo... que te mueres de miedo, pero no puedes dejar de mirar. POr cierto me encanta Port Aventura, todos los años voy una vez al menos ...
Si te gusta la velocidad y todo eso te encantaría el Six Flags, un parque de atracciones de la leche en Los Ángeles... alli se he tenido mucho miedo de la velocidad!!! jajja
Mukis
¿Has probado el paracaidismo?
AY...que bien!!! ¡YO QUIERO!!!!!!
un beso!
Pues...no se...como que soy más tradicional para esas cosas...el miedo me produce una sensación desagradable que procuro evitar.
Fdo: Luis el Soso
Recuerdo una serie de TV que emitían cuando era pequeño, (no recuerdo el nombre), en la que la cámara te íba introduciendo lentamente en un solitario parque de atracciones durante la noche, pero con las diferentes atracciones en funcionamiento. Eso me producía una mezcla de miedo y morbo, inolvidable. Además los episodios eren siempre terroríficos Brrrrr
Publicar un comentario