Yo era apenas una baby cuando la televisión dejaba embobada a la audiencia (masculina, mayoritariamente)con un anuncio en el que una rubia cabalgaba medio en bolas sobre un caballo blanco. Eso, junto con los "Limones salvajes del caribe" (el movimiento de los limones, más bien) fueron dos hitos catódicos a pesar de ser en blanco y negro.
Hace pocas semanas sufrí un shock al enterarme de que en un alarde de originalidad a alguna cabeza pensante se le ocurrió que la la rubita del caballo volviera a montar 40 años después... Creo que el caballo es otro.
"Por lo menos podrían haber cambiado a la rubia por un macizo en taparabos", pensé yo, ilusa de mí. Pero parece que el sexismo de los 70 sigue vivo cuatro décadas después, por lo que se ve.
Al menos han mantenido a la rubia (bastante talludita ya) y no la han cambiado por la neumática doble española de Pamela Anderson (ejem, ejem).
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