16 febrero, 2011
Ricitos de Oro
La pequeña Shirley nació para tirunfar y a los tres añitos brillaba en los escenarios y se metía al público en el bolsillo. A los seis ya recibió un Oscar.
Ahora y Siempre, La pequeña coronela, La pequeña rebelde, Heidi, La pobre niña rica, La mascota del regimiento, La pequeña princesa ..... Así hasta 54. Un éxito tras otro.
Pero la niña crece, se casa,se retira, tiene un hijo, se divorcia, se vuelve a casar y termina dedicada a la política, llegando a ser diplomática en la ONU y embajadora de su país en Ghana y Checoslovaquia. Fue nombrada Honoris Causa por varias universidades, trabajó para la UNESCO, fué la primera mujer que llegó a ser jefa de protocolo en los Estados Unidos, miembro fundador de la academia americana de diplomacia, cofundadora de la federación internacional de las sociedades de la esclerosis múltiple... y aun saca tiempo para cocinar, pasear al perro y hacer calceta. Casi ná.
Pero seguimos recordándola por sus bucles y sus gorgoritos.
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2 comentarios:
Jo, las últimas dos fotos hasta dan susto. ¡Salvo dos arruguitas, la tía no ha cambiado casi nada!
Que vida más productiva...
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