Que las mujeres tenemos querencia a encaramarnos sobre tacones de grandes dimensiones, es algo que resulta evidente con solo echar un vistazo a nuestro alrededor.
¿A qué época habremos de remontarnos para encontrar el origen de esta "costumbre"?. Pues no tengo ni idea, pero seguro que existen estudios fiables al respecto.
¿Quién no ha jugado en su tierna infancia a ponerse unos tacones de latón utilizando el bote del colacao o la lata de una Coca-cola o en su defecto de una Pepsi???
¿Quién no se ha probado de pequeña furtiva o descaradamente los zapatos de tacón de su madre?.
Sea como sea, los tacones no han pasado de moda desde el momento de su creación hasta nuestros días. Existen de todo tipo y forma: stilettos, topolino, aguja... y en un "más difícil todavía" se imponen con plataforma incorporada. ¿Y qué conseguimos con esto?. Pues 20 centímetros más de altura por lo menos, un andar vacilante y en ocasiones robótico , muchísimo glamour sobre todo si nos quedamos sentaditas y un dolor de pies que pa qué te cuento al final del día
Porque reconozcámoslo, por mucho que nos gusten y reconozco que me encantan y que los adoro, cómodos lo que se dice cómodos no son. Al menos algunos estilos. Pero como a todas nos hacen más esbeltas, más guapas y nos sentimos más seguras sobre ellos (salvo esporádicas pérdidas de equilibrio), las hay que van de "Pisa morena, pisa con garbo" a todas horas y en cualquier lugar. Sí, si, yo he llegado a ver generosos tacones de alta montaña en los mismos Picos de Europa , en la cima del Teide y otros lugares igualmente inapropiados para tal calzado. Lo que ya no puedo asegurar es que la insonsciente de turno los llevara por desconocimiento del terreno en el que se movía, o por un simple "antes muera que sencilla", o por mero masoquismo (a lo mejor estaban haciendo una promesa).
Y las hay también que se fusionan tanto con estos apéndices que no se los quitan ni en su casa. Y así mantienen informado a todo el vecindario de todas las actividades hogareñas desde primera hora de la mañana, con sus idas y venidas por el pasillo, amén de las estelares bajadas de escalera a comprar el pan o a buscar a la niña al cole .
Dedicado a mi vecina del 4º Derecha.
Otra vez
2 comentarios:
Pues vaya piernacas que se gasta tu vecinita del 4º Derecha, si las tiene como la pin-up de la ilustración.
Algunas van tan inestables que creo que se van a partir un tobillo de un momento a otro. Sufro. En serio.
Uy, ya quisiera mi vecina tener las "piernacas" de ésta, jajajaja.
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