30 septiembre, 2013

Ahorrar y Reciclar, todo es empezar.

En los tiempos que corren el sentido común nos llama a la austeridad, al consumo contenido y al ahorro. Yo me pregunto ¿es esto posible?. Pues está difícil la cosa, ciertamente. Yo pienso que no se trata de encerrarnos en casa bajo cuatro llaves para no gastar naaaaaaaaada, sino de consumir de forma responsable y sobre todo no despilfarrar.
A parte de eso, claro está que hay casos y casos. Y para no vernos en apuros económicos por tonterías aquí te dejo las ideas que me vienen a la cabeza después de haberme hecho agua los sesos de tanto pensar.
 
 
1- Compra metros de tela a precios de ganga en las secciones de oportunidades de grandes almacenes y confecciona tú misma toda la lencería del hogar: cortinas, sábanas, cojines, bonitas fundas para tapar ese sofá cochambroso, manteles, servilletas y hasta conjuntos como los de la foto. Armonía total en el hogar.
 
 
 
2- La cosmética avanza día a día y continuamente salen al mercado nuevos productos "mejorados" y más caros, todo hay que decirlo. Si de verdad quieres ahorrar en la cesta de la compra de tu perfumería habitual, he aquí un truco infalible.
 
De sobra sabemos que los remedios de la abuela puede que tengan su parte de leyenda pero en gran medida son ciertos y eficaces, o como poco inocuos.
¿Por qué no nos lanzamos a utilizar mayonesa como mascarilla capilar y sustituimos el acondicionador por  cerveza?. También podemos exfoliarnos la piel con sal o azúcar, blanquear nuestra dentadura con fresas trituradas, o hidratarnos con aceite de oliva (sin usar, por supuesto. Hay que ahorrar, pero todo tiene sus límites).
 
 
3- Ahorra luz. Ni qué decir tiene que la luz está por las nubes y que cuando llega el recibo a quien más quien menos le tiembla el pulso al abrir la carta. Para evitarnos esas taquicardias te propongo que sustituyas la luz eléctrica por las velas.
 Velas de colores, velas aromáticas, velas del estilo que prefieras. No solo bajará el importe de los recibos, sino que ayudará a crear una atmósfera romántica fomentando la aproximación a tu pareja o a tu familia en general.
 Compartireis inolvidables veladas (nunca mejor dicho) y mejorará la comunicación en general. Podeis aprovechar a contar chistes, cantar, jugar a juegos de mesa. ¿Quién necesita la tele? ¿No estas ya muy hart@ de ver a Jorge Javier Vázquez a todas horas?. Digo.
 
 
Para ahorrar en calefacción hay un método muy bueno que se ha utilizado desde tiempos ancestrales y ha resultado ser todo un éxito. Consiste en ponerse una bata bien gordita, una o dos capas de calcetines, zapatillas de casa de las de cuadros de paño bien grueso, y taparse con la manta en el sofá. También se puede combinar con bolsas de agua caliente a la hora de ir a la cama. Infalible.

 
 
4.Ahorra decorando. Al fin y al cabo el arte de decorar no consiste tanto en gastar mucho dinero como en tener buen gusto y buenas ideas. Además hoy en día lo "vintage" es tendencia, así que lo tienes muy fácil. Con un par de botes de pintura, una brocha y tu imaginación puedes darle un nuevo aire y lavado de cara a esos muebles de tu abuela que casi acaban en la basura. Puedes también retapizar viejas sillas (con la tela que te ha sobrado del punto nº 1)... las posibilidades son infinitas!!
 
 
 
5.No tires todo a lo loco. El 80% de las cosas que acaban en la basura se pueden reutilizar. Mas allá de convertir en paños para quitar el polvo las camisetas de algodón que ya no usas, puedes reconvertirlas en cosas tan asombrosas como una nueva y original alfombra de trapillo para el baño. Con los CDs estropeados o que te han regalado y no te gustan, puedes hacerte desde un humilde posavasos hasta una original lámpara. Con las latas de refrescos quedan unos ceniceros muy monos, y con las anillas de esas mismas latas ni te cuento todas las cosas que se pueden hacer.
 
  
¡¡REUTILIZA!!
 

2 comentarios:

Lunaria dijo...

Pues tienes toda la razón. Hay que sacarle el máximo partido a todo lo que tenemos. No están las cosas como para despilfarrar.
Aunque por mucho que debamos ahorrar, me niego a ponerle a quién yo me sé un batín como el pobre hombre de la foto, jajajaja.

malatesta dijo...

Hombre, es que el batín tiene delito. No ya por el estampado, que pase, sino porque no tapa lo que tiene que tapar. ¡Que me resfrío, coñe!