Intacto que lo tenía desde el día que me lo dieron. Guardadito en un cajón, con su fundita y todo.
Curiosamente las pruebas me han salido tan mal o peor que hace 10 años, pero al señor que se encarga de dar los vistos buenos no ha parecido importarle mucho tampoco ahora. Se ha limitado a rellenar el formulario y pedirme una "módica" cantidad de dinero sin ruborizarse ni pestañear. ¡Qué curioso! cualquiera diría que les da lo mismo que salgas al tráfico rodado aunque tengas los sentidos mermados con tal de que pases por caja. Si ves menos que Pepe Leches, a ellos plin.
Pero mi problema no es de vista ni de oído, sino más bien de psicomotricidad, lateralidad.... que soy un peligro al volante, vaya. Y ellos lo saben. Y les da lo mismo. Porque si pagas ya les vale.
No seré yo quien me queje, si total tampoco tengo previsto conducir en los próximos 10 años que me quedan hasta que me toque renovarlo otra vez. Con lo que me costó aprobar el examen práctico no es cuestión de perderlo ahora..... porque nunca se sabe. Tal vez un día supere el pánico escénico y bloqueo mental que experimento al ponerme al volante.
Eso sí, la cara de loca sociópata que me han sacado en la foto del carnet, no la perdonaré nunca.
1 comentario:
Nunca digas nunca jamás. A Lunaria le pasaba lo mismito que a tí. El año pasado la convencí para que renovara su carné, que tenía caducado de hacía algunos añitos ya. Lo siguiente fue convencerla para que compráramos un cochecito de segunda mano para ella. Ya lleva ocho meses con él, y está más contenta que unas pascuas. El miedo no lo ha perdido del todo, pero si hace un año le dicen que hoy es capaz de coger un coche, ¡no se lo cree!
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