Buscando piso (I)

SOCORROCOOOOO!!! No siento las piernas. Que alguien me vaya preparando un barreño de agua con sal que tengo que sumergir mis pinreles en el líquido elemento. Estoy muerta, hecha polvo, con los tacones más gastados que las suelas de un romano.

Paul Young cantaba aquello de "Allí donde dejo mi sombrero está mi casa"... pues eso, que yo tengo que buscarme dónde dejar no ya el sombrero, sino el resto de mis bártulos, que son unos pocos. Y me he lanzado a la trepidante aventura de buscar un sitio donde vivir. Y digo un sitio, porque tal y como está el tema lo mismo me arreglo en un palomar o en el cuarto de contadores, porque vaya tela.

Una acude a su inmobiliaria de confianza (jajaja, permíteme que me ría un poco)llena de ilusiones y esperanzas de encontrar un piso pequeñito, soleado, con buenas vistas,(Hombre, por pedir que no quede, siempre se está a tiempo de ir bajando el listón), modesto, con ascensor, que no requiera grandes arreglos, lo que se dice para "entrar a vivir". Y ahí comienza la peregrinación.

Primero te cuentan que hay una ganga esperándote a tí (pobre incauta). Un piso con "muchas posibilidades" (en cuanto oigas esto, sal pitando, te lo digo yo), con la fachada recién restaurada (huye, huye! que si lo que resaltan es la fachada es que lo demás está hecho cisco), sin ascensor (ohhhhhh), pero es un segundo (bueno, puede pasar). Tu acudes a verlo con los dedos cruzados. Después de todo encontrar tu piso ideal a la primera es equivalente a ser agraciado con el Euromillón, y ya sabes lo que se dice de la esperanza.

Llegas a la casa en cuestión. El edificio es antiguo pero con buena pinta. La puerta de entrada es nuevecita y te tranquilizas, no será tan malo. Pero entonces se abre y... los decorados de la serie "Cuéntame (cómo NO pasó)" son modernos comparados con ésto!!!!!. Hombre, que a mí me va lo retro pero tanto... Te describo por encima: baño de obra (de una obra de por lo menos hace 60 años), con paredes empapeladas techo incluído, con enormes bolsas y zonas desprendidas. Siniestro total. La cocina con sus cuatro desvencijados muebles del año que se inventó la Formica, y unos azulejos tan antiguos que hasta tienen su gracia (hay que intentar ser positivos, y además si los miras fíjamente caes en un estado de autohipnosis que a mí me vendría fenomenal), la sala es peque-peque-pequeñísima, pero si tiro un par de tabiques me queda un salón de baile (esta es una idea peregrina que me da la de la inmobiliaria en su afán por venderme la moto)... vaya, que cada habitación nueva que me enseña, sobresalto que me llevo. No solo por el estado del piso, sino por el caos que reina en esta morada: camas deshechas, llenas de ropa revuelta, calcetines por el suelo, zapatos a mansalva, montañas de papeles, platos sin fregar, cacharros sin recoger..... me siento hasta violenta, como si estuviera invadiendo la intimidad de alguien que no espera una visita (y que es un poco gorrino, todo hay que decirlo).
En fín, que para "entrar a vivir" sí que es, porque de hecho alguien vive ahí ahora mismo. Y un poco más de confort que debajo de un puente ya tiene...

CONTINUARÁ...

Hoy me he currado los enlaces, no me merezco un aplauso???