19 mayo, 2008

Primeras (y últimas) Comuniones



Niños primorosos que avanzan hacia el altar . Por un día han sustituído sus vestimentas escolares y deportivas por el tul ilusión, el uniforme de marinerito ,o el de almirante galones incluídos. Por un día fingen una candidez e inocencia que la mayoría ya no tiene. Emocionan hasta las lágrimas a sus progenitores con sus cánticos y sus apariciones en escena por turnos. Porque al final todo se trata de un espectáculo. Una especie de actuación de fín de curso en la que los papás se embelesan viendo lo guapísismos que están sus niños (ha merecido la pena esa inversión de casi 400 € en el puñetero traje que JAMAS volverán a usar). Lo de menos es si algún día volverán a pisar una iglesia, porque la mayoría no lo hará hasta que se case la prima Manoli la del pueblo.

Con un poco de suerte recaudarán el dinero suficiente para que toda la familia se pueda dar el gustazo de ir a Disneyland París, o mínimo a Portaventura por la gorra. Por no hablar del resto de los "detalles" que familia y amigos han tenido para con el homenajeado. Porque lo del juego de bolis con unos angelitos rezando o el tradicional reloj han pasado a un segundo plano. Ahora cualquier comuniante que se precie recibe regalos como videocámaras de última generación, cámaras de fotos digitales con chorrocientos megapixels, bicicletas de montaña , televisiones, Nintendos DS... Un negocio, vamos. Así que algunos preguntan si pueden volver a hacer la comunión otro año. No saben nada lo sangelitos!!

Y lo guapos que han salido en las fotos!!. Después de haber posado sentados, de pie, tumbados, descalzos, con palomitas de fondo, las faldas remangadas, con un piano de cola, un teléfono o unos botijos (pero qué hortera es la estética que acompaña a estos acontecimientos religiosos!)... todo vale para que el álbum de recuerdo quede original, divertido y elegante (ja ja ja). Y más les vale haber salido guapos, porque luego sus retratos estarán adornando el salón familiar por los siglos de los siglos, amén.

5 comentarios:

Lovely dijo...

Es una vergüenza, María, una auténtica vergüenza. Y ver a los padres competir por quién lleva a la niña o al niño con el traje más caro, el banquete en los mejores restaurantes, actuaciones de payasos... Pobres niños, no saben lo que están haciendo con ellos. Luego vendrán estos mismos padres quejándose de que los jóvenes de ahora no saben valorar las cosas.

இலை Bohemia இலை dijo...

Por suerte a mi madre nunca le dio por colgar mi foto de comunión en el salón, menos mal porque vaya horror...Incluso agradezco que mis recordatorias no tuviera impresa mi foto en ellas...Que se borre el pasado y el peinadito comunionero...jajajaja

Besos guapísima

Lovely dijo...

Jajajaj Bohe, lo de los peinados comunioneros da para otro capítulo!

Anónimo dijo...

"Tendrías que haber visto el careto angelical de un servidor
el dia de mi primera comunión.

Disfrazado de contralmirante
y repeinado el pelo con fijador..
No veas cómo era el cante que iba dando yo.

Cuando el párroco se inclinó hacia mi temblé de emoción...

Iba probar en mis labios el "dulce manjar".

Pero no puede recibir el sacramento, me lo impidió un violento ataque de tos!"

J. Sabina

chiscoleando dijo...

Bueno, mira que siempre me arrancas unas carcajadas. voy a empezar a utilizar tu blog como terapia, te lo digo en serio.
La verdad es que lo de los retratos en el salón... en fin, vamos a dejarlo, que duele y mucho :D