27 diciembre, 2015

Con la navidad a cuestas.


Cada uno lleva estas fechas como mejor puede, pero está claro que todos cargamos con ellas queramos o no.

Este año me están resultando agotadoras por cantidad de motivos que no voy a enumerar porque no me apetece aquí contar problemas.

¡Pero mira, si ya hemos pasado la mitad!! 
Es lo mejor que tienen estas fiestas, que son cortas, aunque entre el latazo que dan y que cada año parece que empiezan antes, se hacen eternas. 
Y es que si para cuatro días montamos esta parafernalia, no quiero ni pensar si fueran más largas!

Encima parece obligado desear felicidad a diestra y siniestra.
Y que conste que yo solo tengo buenos deseos para la gente que quiero, y qué demonios, para la gente en general. Todos nos merecemos ser felices, no solo en estas fiestas, pero tal vez especialmente en ellas.

Porque son duras. 

Son unas fiestas muy difíciles de llevar y además es prácticamente imposible escapar de ellas.

Así que yo te deseo mucha felicidad estos días, pero también  todos los días del resto de tu vida.
Que seas lo más feliz que puedas con los medios que tengas, que te rodees solo de gente que te quiera bien, que no pierdas nunca la ilusión, y que llenes tu vida de cosas bonitas y que te gusten.

Unos consejitos extra: 

* Deja de talar árboles porque entre los incendios y esta deforestación masiva vamos a terminar con las reservas de la biosfera.

* Sustituye las lucecitas tradicionales por leds, que gastan mucho menos y lucen superbien.

* Siéntate lo más lejos posible de ese cuñad@ tan pesad@ en las cenas y comidas de rigor. Hazte un favor y evita escuchar todas esas chorradas, que solo consiguen amargarte el día. 

* Otro día te enseño a doblar las servilletas de una forma muy bonita que yo me sé.

* Que te sea leve.

Bye Bye