22 marzo, 2014

Pedazo de canciones. Hoy presentamos: Cachito mio



En esta nueva sección (que ya ni sé si es nueva ni nada) voy a dedicarme a presentar canciones imprescindibles para la humanidad.
Y empiezo con un cacho-pedazo-trozo de canción que es como un himno en muchos hogares de cualquier rincón del globo terráqueo. Al menos en el mío lo es.

Nat King Cole era un cantante norteamericano de los Estados Unidos que grabó un disco en español y se cubrió de gloria por los siglos de los siglos.
Podría haber elegido cualquiera de los grandes éxitos que llenaban aquel LP para mostrarte su arte, pero tenía que decidirme por uno, que para muestra vale un botón. Y menudo botón, de abrigo por lo menos.
 
Cachito mío es un himno de confusa  y algo repetitiva letra que da lugar a dobles interpretaciones, o mejor aún,  no hay cómo ni por qué ni por dónde interpretarla. Solo hay que dejarse llevar por su endiablado ritmo y disfrutar.

La pronunciación de este hombre es hipnótica, sin duda tiene algo que engancha. La prueba está en que esta misma canción interpretada por otro artista ya no tiene ni la cuarta parte de gracia. Bueno, ni esta ni ninguna de las demás canciones.

 Y mira que son grandes canciones, como el Bodeguero, bailando está y en la bodega se baila así, Noche de Ronda que triste pasas (luna que se quiebra entre las tinieblas de mi soledaddddddddddd, a dónde vasssssss), Adelita perserguida por tierra y por mar, movilizando a toda la tropa, Ay, cosita linda mamá, anoche soñe contigo, soñé una cosa bonita, que cosa maravillosa, Aquellos ojos verdes de mirada serena, Lindo capullo de alhelí, si tu supieras mi dolor..... Madre mía, son todo exitazos!!


Nadie como él susurra "QuiZás, QuiZás, QuiZás". Estás perdiendo el tiempo pensandou pensandou, por lo que tú mas quieras hasta cuandou, hasta cuandou... y así pasan los días.... y si me sigo enrollando se pasa la semana y sigo aquí.

Es que la música es mi perdición, si no la escucho me entra una gran Ansiedad de tenerte en mis brazos (Miguel Ríos, tengo que hacerte un homenaje).

 Aunque pueda parecerlo por lo errático de mi escritura y la falta de estructura de esta entrada, no me encuentro bajo los efectos de ninguna sustancia nociva para la salud física ni mental. Es solo que a veces hace falta una vía de escape y yo me escapo por aquí.

Así que aquí te dejo la mencionada canción, con su letra y todo para que no pierdas ripio. Y ahora voy corriendo a por mi viejo vinilo de Nat King Cole.


Cachito, Cachito, Cachito mio 
pedazo de cielo que Dios me dió, 
te miro y te miro y al fin bendigo, 
bendigo la suerte de ser tu amor. 

Me preguntan que ¿por qué eres mi Cachito? 
y yo siento muy bonito al responder 
que porque eres de mi vida un pedacito 
al que quiero como a nadie he de querer. 

Cachito, Cachito, Cachito mio 
pedazo de cielo que Dios me dió, 
te miro y te miro y al fin bendigo, 
bendigo la suerte de ser tu amor. 


"Cachito, Cachito mio 
tu eres el amorcito de  mamá 
y de papá" (Bis) 

Cachito, Cachito mio 
pedazo de cielo que Dios me dió, 
te miro y te miro y al fin bendigo, 
bendigo la suerte de ser tu amor. 

A tu lado yo no se lo que es tristeza, 
y las horas se me pasan sin sentir; 
tu me miras y yo pierdo la cabeza. 
y lo único que puedo es repetir 

Cachito, Cachito, Cachito mio 
pedazo de cielo que Dios me dió,




16 marzo, 2014

Norte y Sur: Ocho apellidos vascos (una jartá de apellidos)



El Norte y el Sur, el Ying y el Yang, los eternos opuestos y a la vez complementarios. Desde que el mundo es mundo siempre ha sido así.

Las diferencias culturales entre ambos , repletas de tópicos, siguen dando mucho juego. Una prueba de ello (mas allá de los chistes de Lepe o los de bilbaínos) la tenemos en el cine. Hace años ví la película francesa "Bienvenidos al Norte" y poco después una italiana titulada "Bienvenidos al Sur", ambas muy recomendables y divertidísimas aunque no estés  muy familiarizad@ con los tópicos culturales de dichos países.



Bueno, pues no contenta con las experiencias francesa e italiana esta semana me he lanzado a conocer la versión ibérica. Sí, pese a la machacona campaña publicitaria (que casi siempre me hace sospechar de la dudosa calidad del producto),  me he atrevido a arriesgar mis 8 eurazos y pagar una entrada para ver una película española!!!. Intrépida que es una.


Y he de decir que me ha sorprendido muy favorablemente. Vamos, que acudía yo con bastante temor y luego la cosa no ha estado nada mal. Me he reído muchísimo, que ya está bien. "Ocho apellidos vascos" me ha resultado una historia divertida, aunque un pelín descafeinada. Posiblemente se podría haber pulido mucho más el tema, pero lo podemos dejar pasar.

La sala estaba a tope de gente, y a la salida había una enorme cola de más gente que imagino han vuelto a llenar el aforo completo. Lo cual es algo casi insólito en los tiempos que corren y más para una peli española.
Claro que estando en Euskadi es normal, siendo una de las partes protagonistas de la historia. Supongo que en Andalucía habrá ocurrido tres cuartos de lo mismo, al ser la otra parte implicada.



Resumiendo: muchos tópicos pero con mucho sentido del humor. Entretenimiento, y muy buenas interpretaciones. 
Y el AMOR, que no conoce fronteras, ni tiene horarios ni fecha en el calendario.... y olé. 
Agur.

15 marzo, 2014

Dientes, dientes


Pues no hay nada más que decir.

Ya sé que muchos motivos no tenemos, pero si algo se nos tiene que contagiar que sea una sonrisa!!









11 marzo, 2014

Con las manos en la masa


Hoy en día un@ no es nadie si no sabe hacer cupcakes.


Los cupcakes son los primos lejanos de las magdalenas de toda la vida. Son más coloridos, más elaborados, más recargados, más dulces y  mucho más cursis  que mis queridas magdalenas. Las pobrecillas parecen las hermanas pobres cuando se las compara con aquellos: con su sencillo papelito blanco y  sin parafernalias ni corazoncitos de caramelo, ni crema de color azul o verde pistacho, ni nada de nada (como mucho un chorrito de anís).

En cambio ¡qué gusto da mojar una auténtica magdalena o mojicón en el café o el cola cao de la mañana!!. Una esponjosa, deliciosa, simple y tradicional magdalena... sin aditivos, colorantes, conservantes ni zarandajas.


Ummmmm!! y ese olorcito tan rico...

¿Tú con cuál te quedas??

Muñequita





Soy tan sólo una muñeca que no sabe de amor
El corazón pongo en mi canción

Poupée de cire, poupée de son

Soy de cera, soy de trapo, pero no de salón
Mi vida es dulce como un bombón

Poupée de cire, poupée de son





Hay quien se empeña en seguir viéndonos como muñequitas de trapo y no nos creen capacitadas para tomar decisiones. Pobres mentes atrofiadas.

Bon jourrrr!!


Bon Jourrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!

Pues sí, hace mucho tiempo que no daba señales de vida. Pasó el turrón, pasaron las uvas, pasaron los enamorados, pasó carnaval, pasó el 8 de marzo... y pasaron tantas cosas...

Pero lo importante es que soy como una estrella, que aunque no siempre se me ve, yo sigo ahí.
Un poco estrellada, pero aún me quedan unos pocos destellos.

Además vuelvo más retro que nunca. Porque mira si el mundo está retro, pero retro-retro, eh??? vamos que si me descuido soy una posmoderna en medio de este panorama.

Yo sigo en mi línea, encerrada en mi burbuja, aislándome del mal ambiente que hay en el exterior. Aunque no puedo evitar cotillear un poco y me asomo a la ventana cuando oigo ruidos...


Y últimamente hay mucho, pero que mucho ruido.

A lo mejor ha llegado el momento de salir a gritar también un poquito.