30 octubre, 2015

¿Alguien me habrá echado de menos??


Sabes que soy un ser solitario.
No es que me considere asocial, pero me gusta mucho estar conmigo misma porque tengo la suerte de que no me aburro nunca. 

Por eso aquí estoy tan agustito, lejos del mundanal ruido, olvidándome de toda la basura que hay ahí afuera. 

Tengo una reserva inagotable de libros y música, mis plantitas, mis sesiones de baile desenfrenado sabiendo que no me ve nadie, los amaneceres desde mi ventana,  y esta otra ventana desde la que me asomo a ver qué se cuece por ahí.

Me pregunto si de todos aquellos amigos que conocí aquí aún quedarán algunos. La mayoría fueron desapareciendo por los senderos y no he vuelto a verles el pelo, algunos volvieron a reaparecer para mi alegría, y muchos otros andan como yo, haciendo equilibrios entre las obligaciones exteriores y este otro mundo paralelo en el que cada uno puede ser lo que quiera ser. 

Yo me niego a abandonar mi nave, mi pequeña burbujita, porque reivindico mi individualidad y me niego a seguir al rebaño.

Me encantaría recibirte aquí; me encantaría que vinieras a visitarme y te quedaras a merendar. Compartiríamos charlas, veríamos películas, escucharíamos discos... ¿no sería estupendo??.

Si te apetece, aquí te espero. ¡Tengo Mirindas!!!


Renato Carosone - Piccolissima serenata



Para ir entonándome y entrando en materia, nada mejor que poner un poco de musiquita suave, y dejarme mecer por los compases de esta piccolíssima serenata mientras voy ahuecando los cojines, sacando la manta para el sofá, poniéndome las zapatillas calentitas de andar por casa, encendiendo unas velitas, preparando un aromático café... la serenata se me va a quedar demasiado piccola, me parece.


          

29 octubre, 2015

Pues va a ser que sí


Repámpanos! Cada vez que intento volver sucede algo que me lo impide. 
Unas fuerzas sobrenaturales me secuestran y me retienen lejos en contra de mi voluntad, y hasta llego a convencerme de que no podré habitar de nuevo mi burbuja, mi refugio de todos mis males.... 
Pero una vez más lo estoy intentando. 
Aunque solo consiga asomar las narices de vez en cuando para oxigenarme un poco. Creedme, se está muchísimo mejor aquí. El exterior se está poniendo cada vez peor, y me dan ganas de meterme en una cápsula y salir pitando hacia el espacio exterior.