La Virgen de la Cueva!!!

¡Qué manera de llover! Tras unos días de intenso y húmedo calor que ha provocado una atmósfera irrespirable y no ha dejado dormir a nadie, esta tarde por fín ha roto a llover. ¡Aleluya!
He visto a los niños saltar y gritar de alegría bajo la intensa lluvia de verano que tanto esperábamos, y ha sido bonito. En unos minutos todas las ventanas de los edificios que permanecían cerradas a cal y canto para preservar las viviendas del fuego del exterior se han abierto de para en par y se han llenado de vecinos asomados mirando al cielo sonrientes y extendiendo los brazos para recibir ese preciado bien que es el agua.
El agua; algo tan básico y a lo que tan acostumbrados hemos estado en el norte y que en los últimos tiempos tanto escasea. Recuerdo los días en que casi todas las tardes de verano acababan con esa ligerísima lluvia que aquí llamamos sirimiri, y en otros lugares orballu, calabobos..... que mantenía los montes y campos de un verde intenso, avivando también los aromas del heno , la hierba fresca recién cortada....convivíamos con ello y para nosotros era lo normal. Hoy en cambio se ha convertido en una rareza. ¡Cómo cambian las cosas!

Uy, la nostalgia acecha. Es la lluvia que me pone melancólica.

¿¿Bikiniki o Bañador??

He aquí el dilema.
Bien, digamos que si tienes algunos kilillos de más o a lo largo del crudo invierno has acumulado algún que otro michelín, lo más indicado para disimular las grasillas sobrantes es un buen bañador-faja de los que te comprimen bien comprimida. Te hacen un tipo de cine, pero tienen un inconveniente: te dejan muy poca libertad de movimientos (¿quién no ha visto a esas señoras estilo "Ballena varada" en las orillas de nuestras playas??), dificultan el riego sanguíneo y además tardan 24 horas (o más) en secarse del todo. Con lo cual muy prácticos, lo que se dice prácticos, no son.

Luego tenemos el trikini, para las más atrevidillas. Si no quieres pasar desapercibida en el chiringuito, en la piscina, o en el camping, ponte un triquini bicolor!!!. Éxito garantizado; todas las cabezas se girarán a tu paso. A mí personalmente me parece la prenda de baño más absurda que se ha podido inventar, porque no es ni chicha ni limoná, pero allá cada una con sus gustos.

Y finalmente tenemos el Bikini, al cual además se le puede dar doble uso y utilizarlo como monokini (solo la parte de abajo). Bikinis hay de mil estilos diferentes:
- de pata larga, que ocultan esa antiestética pelambrera que tiende a crecer descontrolada por más que te hagas las ingles brasileñas;
- cuello vuelto (para las más tímidas)
- Braga hasta el ombligo, también llamados "amo a Laura".
- Tipo tanga, solo apto para culos firmes y sin rastro de celulitis.
- Sujetador con aros - sin aros . ¿Por qué los jodidos aros tienden a hincarse en el esternón?
- Sujetador con relleno, que te hace unas tetas fenomenales, pero más te vale no sumergirte con él o no se te secará en dos horas.
- Sujetador de triangulitos. Muy mono, sienta muy bien, siempre que una no sea de Castellón de la plana.
- Braguita con lacitos laterales; éste es el más recomendable, pues puedes ajustar la medida atando los lazos más cerca o más separados según se tenga de grueso el muslamen, y más arriba (si eres de cadera alta) o más abajo si te apetece, aunque conviene no bajar demasiado por razones obvias.

Sin perdón

Vale, vale, vale, ya sé que tampoco esta vez tengo excusas para justificar esta ausencia tan larga. Seguro que me has echado de menos, que has sufrido al no tener noticias mías (ja-ja-ja). Tranquil@, tu agonía ha terminado porque.......

Ya esta aquíiiiiiiiiiiii, Ya llegóoooooooooo, tararara tará tará
tarará chimpún, tarará chimpún.

Pues eso, me niego a poner excusas, aquí no vale eso de "el trabajo me agobia" "estoy estresadísima" "no tengo tiempo para nada" "el perro se comió mis deberes" ni chorradas por el estilo.

Hoy me he pormetido volver. Y he vuelto. Y a dios pongo por testigo que volveré a desaparecer cuando me de la gana, y que volveré cuando me apatezca si el tiempo y la autoridad no lo impiden.

Y eso!