El agua tónica es esa bebida amarga, con gas, que generalmente tengo que rebajar con un poco o un mucho de ginebra para matar su sabor. Creo que hay gente que la toma sola, pero qué quieres que te diga, tiene que haber gente para todo y cada paladar es un mundo.
El caso es que parece que la tradición viene de lejos porque se inventó hace 225 años,ni más ni menos, ni menos ni más. En su composición se mezclan la quinina y el limón. Y como otro famosísimo refresco, la Coca-Cola, su origen es también medicinal (¡con razón me sabe a rayos!). Se ve que en la antigüedad sabían hacer jarabes con más gracia que el vicks vaporub.
Como anécdota te contaré que en los restos del mismísimo Titanic se encontraron botellas de tónica, concretamente de Schweppes. Y aunque lo estés pensando, no me llevo ni un duro de comisión por la publicidad descubierta.
En anteriores monográficos ya hablé sobre la rubia de Terry, los famosos en la publicidad... pero en mi afán obsesivo por llegar mas allá hoy me pregunto ¿Y el hombre de la tónica??? Sí, sí, aquel de las gafas de pasta con aire de despistado.... A mí me sacaba de quicio, la verdad.
Superada su desaparición , la marca se repuso rápidamente de su pérdida y sustituyó al carismático (¿?) individuo por personajes más conocidos por el gran público y con más tirón, dicho sea de paso.:
