19 abril, 2011

Penitencias femeninas


Yo es que cada día alucino más. Parece que una ya no se asusta de nada, pero es que si lo pienso bien tiene tela.

Por suerte o por desgracia (yo didría que por suerte, pero a veces no sé que pensar) tengo mucho contacto con todo tipo de gente de todas las edades y condiciones. Y claro, estos ojitos que dios me ha dao ven de todo lo habido y por haber. Porque la condición humana es así de variopinta, y menos mal.

El caso es que ultimamente veo a unas niñas de no más de trece añitos, angelitos, más pintadas que una puerta, enfundadas en unas prendas y subidas a unos tacones que ríete de los cilicios y otros instrumentos varios de mortificación de los cuerpos y las almas.

Pero no es eso lo más grave. Lo que de verdad asusta es su forma de expresarse, sus pocos valores (no me refiero solo a los éticos, sino a sus valores como MUJERES). Resulta que nuestras antepasadas se dejaron la piel en el pellejo, que díría la otra, para luchar por nuestros derechos, para liberarnos de la opresión de los corsés (Tetas fuera!!!!) y ahora vienen estas y caen en todo lo contrario.

Aunque no te lo creas, algo de fe en la raza humana aún me queda, así que espero que todo esto sea transitorio, una moda pasajera más. Al fin y al cabo todo es cíclico y seguro que en una década nace otra generación de chicas reivindicativas , quién sabe.

Solo espero que nos centremos un poco porque no se puede pasar de jugar con Hallo Kitty o Dora Exploradora, a Pendón Verbenero perdiéndose todo lo que hay ahí en medio que es tan bonito y tan necesario para llegar a ser una adulta con dos dedos de frente. Como yo por ejemplo, Ea, que no tengo abuela! jajajaja.

2 comentarios:

malatesta dijo...

Lo que más me alucina de esta generación que nos llega es que son más machistas que la anterior. Y me refiero tanto a ellos como a ellas. ¿Será por eso de la acción y reacción?

David Cotos dijo...

te doy toda la razón.